Será una ocasión inmejorable para reencontrarnos y compartir alegrías, actividades lúdicas y actos culturales, con la Coral, el grupo de Teatro o los partidos de pádel y fútbol. También para ver las dotes oratorias, de una forma diferente e ingeniosa, de los jóvenes abogados y abogadas participantes en el tradicional concurso Amadeu Maristany; las visitas culturales, el Diverticab y la chocolatada, propuestas pensadas para que los más pequeños puedan disfrutar.

Al mismo tiempo, la festividad de Sant Raimon de Penyafort nos brinda la oportunidad idónea para continuar ofreciendo a la abogacía una formación basada en el rigor y la excelencia, siendo éste uno de nuestros máximos objetivos para hacer del ICAB la casa de la ciencia jurídica. Quienes ejerzamos la profesión de la abogacía debemos estar en disposición de dar siempre el mejor servicio, tanto en beneficio de la ciudadanía, en cada caso y en cada asunto que con responsabilidad y honestidad asumimos, como en interés y defensa del Estado de Derecho y de las libertades más fundamentales. En este sentido, desde el ICAB creemos firmemente en una formación de calidad, que es aquella que además del minucioso conocimiento teórico y práctico del ordenamiento jurídico, se impregna de los principios y valores deontológicos que necesariamente deben inspirar el ejercicio de nuestra profesión.

Por otro lado, ocupan un lugar destacado en el programa de este año las actividades coordinadas desde el Área de Internacional del Colegio, como son los “Encuentros de Barcelona-Memorial Jacques Henry” o el “International brunch”, que nos dan la posibilidad de abrirnos al resto del mundo y reforzar los lazos con otras instituciones que, como el ICAB, comparten la visión del Derecho al servicio de las personas.

Por último, rendiremos homenaje a los compañeros y compañeras que han cumplido 25 años en esta Corporación, así como a los que han confiado en nosotros durante 50 años en una Sesión Solemne en la que haremos entrega de los diferentes Premios y Medallas del Colegio, en reconocimiento a quienes, con su ejercicio, han demostrado ser un verdadero ejemplo de profesionalidad, pero sobre todo, de una condición humana inspiradora inigualable.